Vacaciones en La Palma: día 5
Hemos estado al norte, al sur,… y ahora nos toca un lugar mítico, sobre todo para los astrónomos. Es el punto más alto de la isla (2.426 metros) donde astronomía y naturaleza se dan la mano. Impresionantes vistas sobre el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente.
Alberga el Observatorio Astrofísico del Roque de Los Muchachos (ORM), uno de los complejos de telescopios más completos del mundo. Gracias a sus cielos oscuros y despejados durante casi todo el año, La Palma se ha convertido en uno de los enclaves más privilegiados del planeta para la observación astronómica.
A continuación puedes ver un mapa para ubicarlo en la isla, en el borde norte de la Caldera de Taburiente.
El mirador del Roque de los Muchachos está en la cima de la isla de La Palma, uno de los lugares del mundo con mejor cielo para la observación astronómica. A sus pies hay una vista impresionante de una gigantesca caldera volcánica de 1.500 metros de profundidad cubierta de árboles, con rocas volcánicas de formas caprichosas y declarada Parque Nacional.

El Roque de los Muchachos cierra la Caldera de Taburiente por su zona norte. Se formó debido al fuerte empuje que el magma profundo ejerció sobre unas coladas levantándolas y fracturándolas. Posteriormente el resto del macizo desapareció en la depresión que ahora es la Caldera, debido a grandes deslizamientos por efecto de la gravedad, completada con el efecto erosivo de las aguas. Colinda con el municipio de El Paso, con unos contrafuertes dentro de La Caldera de Taburiente que sostienen geológicamente sus cumbres.
En el Roque de los Muchachos, dadas sus especiales condiciones climáticas, bañado por el aire fresco y laminar del Atlántico, sin turbulencias, y también a su gran altura, que garantiza una luz estable y prístina, se sitúa el Observatorio Astrofísico del Roque de los Muchachos.
Desde la cumbre se pueden ver las islas de Tenerife, La Gomera y El Hierro si hay buena visibilidad.
El mar de nubes es un fenómeno natural provocado por los vientos alisios. Estos empujan las nubes contra las cumbres, por lo que la humedad se condensa en las zonas de medianías del norte y noreste situadas entre los 600 y los 1.800 metros de altitud. Los vientos de las zonas más altas, caracterizados por su sequedad y calidez, impiden su ascenso, por lo que una vez superados los 1.800 metros de altitud se puede observar cómo quedan por debajo de nosotros.




